Queridos seguidores de este blog: Nuestro viaje ya ha llegado a su fin, pero para que no todo sea de golpe os voy a escribir el dia de ayer.
Por la mañana estuvieron en clase y uno de los dos grupos hizo una representación de un restaurante. En las fotos podeis ver como los chicos hicieron de camareros, clientes, etc...y es que además de comprar y comer en Mcdonalds, también son capaces de hacer otras muchas cosas.
Bueno, una vez que terminaron las clases comimos rápido y nos montamos en el autobús dirección aeropuerto, en el trayecto escuhamos todo tipo de cantos pero decidimos hacer oidos sordos porque luchar contra eso era dificil...además ellos estaban disfrutando mucho y como iba a ser una día largo...dejamos que disfrutaran.
Cuando llegamos al aeropuerto ni corto ni perezoso nos fuimos corriendo para un lugar donde habia pesos y alli pesamos todas las maletas por 50 peniques( cada una claro). El pesar las maletas era por ahorrarnos numeritos del tipo de: señorita que tengo que pagar, ¿Qué saco? la azafata enfadada, una inmensa cola de gente esperando, nosotros abriendo todas las maletas a ver a quien le cabe algo...en fin, un lio. Asi que haciendo esto, el momentazo se quedo en alumnos que no tenian monedas pero que ya se las proposicionamos, algunos que se pasaban de peso y se ponian nerviosos, otros que se volvian locos de contento porque veian que a pesar de haber metido no sé cuantas sudaderas y equipaciones..les sobraba equipaje. En fin, el resultado fue 32 maletas abiertas para pasarnos equipajes unos a otros y asi compartir peso. O sea, que lo que puede ser una estampa graciosa fue además un acto de compañerimos increible.
Una vez haber arreglado el peso de las maletas, nos fuimos a la cola de embarque, que ne Londres se facturan en los mismo mostradores vayas a donde vayas, pero claro, si le preguntas a un azafato que había alli y te dice que es el sitio correcto, pues esperas con un grupo de 30 niños una cola increible, ¿para qué? para que cuando por fin llegamos al mostrador te digan que lo que nos habían dicho era incorrecto y nos teníamos que ir a otra zona del aeropuerto....y asi los nervios iban aumentando por momento. salimos todos corriendo hasta llegar a un mostrador donde la azafata decia que sí podíamos facturar y el mismo azafato que antes nos había informado mal nos dijo que era en otro...aquello parecía inocente, inocente. Por fin llegamos al mostrador correcto y facturamos todas las maletas, a veces abriendolas una vez pesadas en la cinta porque nos dábamos cuenta que habíamos vaciado tanto la maleta que ahora era el equipaje de mano lo que corría peligro.
Tras terminar la facturación pasamos al control y alli tampoco dejaron de sucedernos cosas, cuando íbamos pasando por el control, los policías nos llamaron a las dos para que cada una en el control que estaba fuera testigo del registro de algunas de las maletas de nuestros alumnos. Alli empezaron a sacar cosas y es que algunos au no se habían enterado que no podían llevar botellas de aguas, geles, colonias, desodorantes, etc....y lo que no se podían imaginar es que las bolas de recuerdos con agua y purpurina tampoco podían pasarlo, así que para estos casos la señorita MºJosé tuvo que salirse de nuevo y comprar bolsitas a ver si podíamos evitar que lo tiraran todo. Después de tener todas las maletas en perfecto estado nos enteramos que un alumno no encuentra ni su pasaporte ni su tarjeta de embarque, os podéis imaginar el susto...fuimos al control a preguntar, buscamos por todos sitios y de repente un compañero lo encontró...la policía nos miraba como si de una banda extraña se tratara. Pero bueno, ya nos fuimos para dentro, compraron provisiones para el avión y nos fuimos a la puerta de embarque. Allí en la puerta de embarque fuimos llamando la atención de todos los pasajeros que iban a embarcar con nosotros. Una vez que abrieron la puerta nos dimos cuenta que solamente había un azafato para todos y había un poco de retraso así que no miró las maletas de mano, eso hizo que más de uno no tuviera que pagar, porque os aseguro que más de una maleta no cabía en el hueco.
Cuando nos montamos en el avión, ya todos descansaron, se quitaron las 8,7,6---sudaderas que llevaban algunos puestas y se relajaron, pero no les pasó lo mismo a los azafatos que no dejaron de escuchar los timbres de nuestros alumnos que no podían esperar a que ellos pasaran con el carrito. Ya una vez comidos, se dedicaron a hacerse visitas de unos asientos a otros, y sobre todo a preguntar la pregunta del viaje: ¿CUANTO QUEDA?. Pero a pesar de esto, tenemos que decir que todo fue bien, que nos daba pena de acabar el viaje y en las fotos lo podeis ver. Cuando llegamos a Sevilla, se asombraron de ver que los trabajadores del aseropuerto les hablaban en español y ellos respondieron con cantos de euforia, pasamos el control y recogimos las maletas pero quedaba algo importante: acordarse donde había colocado cada uno sus kilos de más para recuperar sus cosas y completar su equipaje. Después de esto ya lo sabéis porque estábais alli, nos recibisteis con un aplauso emocionante que aumentó la alegría que traiamos por que todo había salido bien, ese aplauso, vuetras palabras de apoyo, vuestos comentarios del blog, el comentario recibido aquí hoy por otra madre y el comportamiento de los niños hace que este gran esfuerzo, este proyecto y nuestras ilusiones sigan adelante. Así que por todo ello:
MUCHAS GRACIAS DE VUESTRAS TEACHERS PARA LAS QUE ESTE VIAJE HA SIDO UN PLACER.
Esperamos veros en el próximo.